Ya no te espero,
llegarás pero más fuerte,
más violenta la corriente,
dibujándose en el suelo,
de mi pecho, de mis dedos,
llegarás con mucha muerte.
Ya no te espero,
ya heché abajo ayer mis puertas,
las ventanas bien despiertas,
al viento y al aguacero,
a la selva, al sol, al fuego,
llegarás a casa abierta.
Ya no te espero,
ya es el tiempo que fascina,
ya es bendición que camina
a manos del desespero,
ya es bestia de los potreros,
saltando a quien la domina.
Ya no te espero,
ya estoy regresando solo,
de los tiempos venideros,
ya he besado cada plomo
con que mato y con que muero,
ya se cuándo, quién y cómo.
Ya no te espero,
ya he liberado a tu patria,
hija de una espera larga
y hay un primero de enero
que funda a sus compañeros,
con la sed de mi garganta.
Ya no te espero,
porque de esperarte hay odio,
en una noche de novios,
en los hábitos del cielo,
en madre de un hijo ciego,
ya soy ángel del demonio.
Ya no te espero.
Ya no te espero.