Cómo decir a voz en cuello
una esperanza que me sé.
Con qué palabra que maldiga
el Dios, la fe por la fe.
Cómo explicar esta destreza
que tiene el cuerpo de una flor,
cosas de la naturaleza
y no de amor por amor.
Mi problema es hablar de amores,
el amor es mi viejo tema,
y lo suelo cantar de
treinta mil buenas maneras.
Y mi fama de guerrerista
es problema de formalismos,
porque puedo elevar los ojos
aún al borde de un abismo.
Al amor se le canta, a veces,
inundando una piel querida,
con el cuerpo deshecho
en la frescura de la vida.
Al amor se le canta, a veces,
con las manos ensangrentadas,
en el mismo claro silencio que queda
entre bala, bala y bala.
Cómo soltar estas palomas,
aunque no tengan el color
de las palomas que han volado
lejos, cerca del amor.
Cómo cantar y ser querido,
sea cuál sea mi canción.
Cómo decir que soy amigo
aún después que mi amor
se cayó de sus pies y se armó.