Debajo del cañón
se entierran muertos.
Debajo del cañón
de un río azul.
Se dice que en las noches,
el desierto,
parece un blanco espejo de la luna
y su luz.
Y sobre el gran espejismo
se mueven
miles de espectros de arena
de nieve.
Muerden sus dientes
al cielo que hieren
sus blancos huesos de luz.
Todo el desierto le canta
a la luna;
cactus y piedras, reptiles
y dunas.
Fósiles sordos de piedras
de algunas telas que lejos están.
Debajo del cañón
cabalga el viento.
Debajo del cañón
se escurre el sol.
Un viejo caminante
del desierto
desciende del disparejo
camino del amor.
Y sobre...