En el borde del camino hay una silla,
la rapiña merodea aquel lugar,
la casaca del amigo esta tendida,
el amigo no se sienta a descansar,
sus zapatos, desgastados, son espejos,
que le queman la garganta con el sol,
y a traves de su cansancio pasa un viejo,
que le seca con la sombra el sudor.
En la punta del amor viaja el amigo,
en la punta mas aguda que hay que ver,
esa punta que lo mismo cava en tierra
que en las ruinas, que en un rastro de mujer,
es por eso que es soldado y es amante,
es por eso que es madera y es metal,
es por eso que lo mismo siembra rosas
que razones de bandera y arsenal.
El que tenga una cancion tendra tormenta,
el que tenga compañia, soledad,
y el que siga buen camino tendra sillas
peligrosas que lo inviten a parar,
pero vale la cancion buena tormenta
y la compañia vale soledad,
siempre vale la agonia de la prisa
aunque se llene de sillas la verdad.