Si caigo en el camino
hagan cantar mi fusil
y ensánchenle su destino
porque no debe morir.
Si caigo en el camino,
como puede suceder,
que siga el canto mi amigo
cumpliendo con su deber.
La muerte pone un silbido
en los oídos del hombre,
canto que no tiene nombre,
canción que busca su trino,
cumple en la selva destino
simple de hombre militante,
el turno de los instantes
de su verdadera suerte
como me manda la muerte,
con su palabra quemante.
Si caigo en el camino
hagan cantar mi fusil
y ensánchenle su destino
porque no debe morir.
Si caigo en el camino,
como puede suceder,
que siga el canto mi amigo
cumpliendo con su deber.
Canción para mi soldado
es la que quiero cantar
y con ella confesar
que es un canto enamorado
porque la canta el de al lado,
el de ayer, el de después.
Canción que nació una vez
que se navegaba el mundo
cuando elegimos el rumbo
bajo la estrella del Che.
Si caigo en el camino
hagan cantar mi fusil
y ensánchenle su destino
porque no debe morir.
Si caigo en el camino,
como puede suceder,
que sigo el canto mi amigo
cumpliendo con su deber.