Esta es la nueva escuela,
esta es la nueva casa:
casa y escuela nuevas
como cuna de nueva raza.
Estos son sus jardines;
estos, sus semilleros
hechos con adoquines
de vergüenza, piedra y lucero.
Estos, los que habitamos
los lugares alzados a golpe
de sangre y martillo,
más que vivir, juramos
por los sueños, por las manos
que por este edificio sin dueño
se hicieron doler.
Estos, que continuamos
bajo la sombra más que aguerrida
de aquella semilla,
vemos en estos muros
un preludio del futuro
que los sueños de los años duros
salvaron de ayer.
Esta es la nueva escuela,
esta es la nueva casa:
casa y escuela nuevas
como cuna de nueva raza.
Estos son sus jardines;
estos, sus semilleros
hechos con adoquines
de vergüenza, piedra y lucero.