Con polvo del Arauco
con piedra del Azteca
con sangre del esclavo
es la resurrección.
Que enciende mariposas
y las arroja al viento
que da al volcán su coca
y al trueno su canción.
El sol ha sido izado
por sus primeros sueños
que aúllan despertando
por la convocación.
El polvo con el polvo
la piedra con la piedra
se juntan como rostros
y surge la ciudad.
La antigua cordillera
dibuja el sortilegio
y al viento va afilando
cantando libertad.
Retornan los guerreros
al grito de la tierra
de nuevo la leyenda
se hace realidad.
Hoy debiera contar hasta cien.
El polvo sin mentiras
de piedras con entrañas
sabiendo que la vida
es dura como es.
Los muertos no equivocan
su cita con el alba
los muertos tienen bocas
y corazón y pies.
Los muertos han llegado
el tiempo los convoca
los muertos son estrellas
que no tienen revés.
Los muertos son estrellas
que no tienen revés.