Coged la rosa de día y de noche el jazmín; el jazmín en una cerca, la rosa entre el jardín. Levemente, tiernamente mecida, la rosa muere en un suspiro; el jazmín, cuando la amada se acuesta, pálida, a dormir, lo tiene vivo, sin saberlo, en los cabellos que se soltó.
La rosa hace que te enamores y el jazmín desfallecer.