– Me place estar cerca del hombre soy su vecino desde muy antiguo curioseo cerca de los márgenes y es de paz mi sonido. A menudo, de agua fresca cerca del reguero me quedo; me enamora la estelada, y ella, ¿escucha lo que le digo? Claro de luna, niebla fina, si soy feo y no soy rico, mi voz os acompaña; y, a lo que decía, pongo pico. Río, río, lo que os decía es un chirrido; río, río ay, amigo, me entristezco si no lo digo. Buena alma que me sonría paga mi esfuerzo, chirriando a quien encuentro: – No me aplastes, soy un amigo– Hay que decirlo: a veces, sin proyecto inicuo, me acerco al hogar del hombre para calentarme un poco.
Claro de luna, niebla fina, si soy feo y no soy rico, mi voz os acompaña; y, a lo que decía, pongo pico. Río, río, lo que os decía es un chirrido; río, río ay, amigo, me entristezco si no lo digo.