Nana cruel
Duérmete que ya estás a salvo de todo el sol,
se ha ido entusiasmado, le ha salido bien este atardecer.
Duérmete que te voy a cantar una nana tan cruel como la realidad,
Érase una vez una humanidad…
Yo que, yo que pensaba, yo que creía firmemente en el amor,
hoy ya sé que no.
Que ya no importa y que a la vida hay que buscarle otra razón,
y busco en los colores del atardecer y no la encuentro.
Yo que pasaba las noches en negociación,
yo que te espero.
Yo que hice cada segundo otro mundo mejor,
yo que te espero.
Yo que velaba las noches enteras.
Yo que, yo que querría poder contarte que ahí afuera está la vida y solo hay gente que quisiera comprenderte, y abrazarte, y alegrarte y ayudarte siempre.
Yo que estudié al ser humano te digo que no…
que ya nada espero.
Yo que intenté comprender sus motivos, que no…
que ya nada espero.
Yo que quisiera encontrarme contigo…
Yo que, yo que pensaba, yo que creí firmemente en el amor…
No! Hoy ya sé que no.
Que ya no importa y que a la vida hay que buscarle otra razón,
y busco en los colores del atardecer y no la encuentro
Duerme que ahí afuera solo hay monstruos, solo hay gente que te compra y que te vende, que te odia, que te miente, que te roba, que te mata, que te viola y que no siente nada.
Duérmete, que ya se ha ido el sol,
Que tenía que hacer, dijo, y se marchó,
Y prometió volver al amanecer…