¿Has visto tú algún pez reir
fuera del agua, como yo?
¿Has visto alguna flor bailar,
los días que no sale el sol?
De pronto, me paro al borde del camino;
te busco, y no entiendo que tu mirada esquivo.
Me corto los dedos cada vez que te olvido;
ya sabes: me esquino, y por tus ojos miro.
Esa montaña, siempre está.
Hay una casa y vivo allí,
y sin montaña imaginé,
y ahora mi casa, ¿dónde está?
De pronto, me paro al borde del camino;
te busco, y no entiendo que tu mirada esquivo.
Me corto los dedos cada vez que te olvido.
ya sabes: me esquino, y por tus ojos miro.