Me desperté entre sus cabellos
respirándome sus sueños
y a dos palmos de escuchar
su corazón.
Tendí un momento la mirada
sobre el velo de su falda
que permaneció olvidándose
mejor.
En la penumbra se animaba
alguna imagen de una cama
donde un rostro se asomaba
y se encontró a continuación,
que desperté junto al amor
vestido para la ocasión.
Despierta al intersticio
bienvenida a amanecer
que el reloj anda a tiempo
camino de las seis,
acércate, ven que estamos esperando.
Y vuelo a acariciar ojos y faz
me encamine a las comisuras
de sus labios.
Bajo mi beso arde su piel
y al explorar su intimidad
huye su voz y me apresuran
sus desmayos.
Enlázame a tu piel amor,
condúceme hasta la felicidad.
Recíbeme y abrázame con fuerza
que esta dicha tan inmensa
me ha llevado más allá de donde estoy.
De pronto hay luz sobre su cara
sobre de su risa clara
haciendo de cada detalle
una intención.
Por la ventana se colaba
el viento, el cielo y la mañana,
y en la luz anaranjada
el sol clamaba en el jardín,
la primavera era un festín
flores y besos para ti.
Despierta al intersticio
bienvenida a amanecer
que el cielo está tan claro,
ya el sol se ha puesto en pié.
Arriba, ven, que estamos esperando.