Quédate
Que ya no sé vivir si no me miro en tus pupilas,
si no siento que respiras, cuanto más cerca mejor.
Me sentía confundida, rara y sorprendida
el día que bajé mis muros y besaste mis heridas.
Y la escarcha de mi pecho dio paso a tu primavera.
No quiero ser la primera, prefiero ser quien se queda
y dar rienda suelta a quimeras en las puntas de tus dedos.
¿Y que escribirán tus yemas en mi cara junto a un beso?
El amarre es tan perfecto que da miedo.
Siento… que mi caos renace y que a tu lado se hace bello.
Seremos viejos y arrugados, y cogidos de las manos
miraremos hacia atrás con el placer de haber amado.
El amarre es tan perfecto que da miedo.
Siento… que mi caos renace y que a tu lado se hace bello.
Seremos viejos y arrugados, y cogidos de las manos
miraremos hacia atrás con el placer de haber amado.
Tú… quédate…
prometo quererte así…
Tú… quédate…
sólo tú me haces creer…
El resquicio de universo que se asoma por tus ojos es mi TARDIS…
viajo a mil por horas y casi…
podría decirse que somos polvo de estrellas,
porque hay huellas que dejamos cuando brillamos como ellas.
Me completas siendo tú, con tus virtudes y defectos,
y en efecto a grande rasgos, juntos somos más perfectos.
Y lo perfecto es lo imperfecto que mostramos,
las huellas que nos trazamos y el impulso que tomamos.
Y lo malo es que al mirarte siento que lo tengo todo.
Y ya no necesito a Dios para saber que hay algo más.
Mira, eres la suerte que se espera, el impulso que me empuja,
mi familia, mi revolución, mi lucha.
El amarre es tan perfecto que da miedo.
Siento… que mi caos renace y que a tu lado se hace bello.
Seremos viejos y arrugados, y cogidos de las manos
miraremos hacia atrás con el placer de haber amado.
El amarre es tan perfecto que da miedo.
Siento… que mi caos renace y que a tu lado se hace bello.
Seremos viejos y arrugados, y cogidos de las manos
miraremos hacia atrás con el placer de haber amado.
El amarre es tan perfecto que da miedo.
Siento… que mi caos renace y que a tu lado se hace bello.
Seremos viejos y arrugados, y cogidos de las manos
miraremos hacia atrás con el placer de haber amado.
Tú… quédate…
prometo quererte así…
Tú… quédate…
sólo tú me haces creer…