May
Pocas veces puedo abrir mi corazón, porque me asusta.
Rehúso de la calma y las palabras no se ajustan,
buscan… indagar en mi alma…
pero no confío en personas que a la mínima se largan.
Ascia, algo apartada, sofocada cuando hay gente.
No es que me lo crea, es que me siento diferente.
Busco la verdad y lucho por ella, aunque me cueste,
no le río las gracias al que considero fuerte.
No busco atención, provocación, migas de fama…
busco que se expanda mi alma y poder dormirme con calma.
Ganas no me sobran, pero soy capaz de amar.
Si alguna vez dije te quiero, juro que era de verdad,
era sincero y lo que puedo dar es poco, pero grande.
Siento como adentro de mi cuerpo inviernos arden.
No puedo definirme sin nombrarte,
no puedo dejar de amarte sin sentirme cobarde.
No pretendo compararme, ni justificarme, en parte,
lo que soy, te pertenece porque has llegado a encontrarme.
Tarde; sé que se hizo tarde…
pero me abriste la puerta e hiciste que eso no importarse.
Sé que he vuelco el caos sobre la mesa a media noche;
sé que todo pasa, pero yo busco el porqué;
sé que lo que sé no es nada para el resto de la gente,
pero coses mis costuras y me haces sentir valiente.