Sigo buscando
Perdí el zapato escapando de aquel cuento que vivimos,
decidí salir corriendo a consumirme entre el deseo.
Y vino el tiempo… amargo tiempo que me quitó el sueño,
abrió mis ojos poco a poco y aprendí a no tener dueño.
Debo ser autista de emociones que tu anhelas.
Dime, entonces, ¿Por qué me encierro en mi cuarto a contar las estrellas?
Y ahora espero que me besen cuando duermo,
que me enseñen a volar y me hablen de nunca jamás.
Y sigo buscando respuestas, pero al parecer no llegan,
sigo en busca de la magia de caricias y algo más,
ser especial sin mi corona, escribir mi propia historia,
¡Guiarme por el viento donde no haga falta hablar!