Porque el todo se aplaza desde ayer para luego
porque rondo la casa y otra vez desespero
antes de que amanezca,
todo menos tu cuerpo.
Porque nada es mi todo si no hay nada contigo
porque el tiempo es recodo y otro modo el olvido
que no entiendo tus ojos,
ni tu voz adivino.
Qué me espera mañana, si despierto encendido
con el sol en la cara y mis ganas contigo
doy al mar la ventana para ahogar lo sentido
y que venga la calma para darme el alivio.
Porque a veces divago en el olor de tu ropa
porque viajo despacio de tu cama a tus cosas
como buscando el paso,
que me vuelva a tu boca.
Todo pierde su luz buscándote
y al centro quedas tú,
luna quemante.
Porque estás en mi frente confundiendo a las horas
porque vuelves silente de la luz a la sombra
descomponiendo todo,
cuando un verso te nombra.