Hoy como cada anochecida
me pregunto si hay cabida
para andar mi libertad.
SI me detiene esa ¿???
de esa mujer o mi coartada
para no echar a volar.
Y muy al fondo me pregunto
si será que no disfruto
lo que tengo en realidad.
El caso es que la noche es larga
y la mañana casi asalta
mi ventana una vez más.
Vuelta tras vuelta en esta cama
no consigue la pijama
adormecer mi humanidad.
Será la cena o la cerveza
o esta maldita cabeza
que no deja de pensar
los veinte mil planes que tengo,
las canciones que no intento
o lo que debo pagar.
El caso es que la noche es larga
y la mañana casi asalta
mi ventana una vez más.
Con veinte diablos el vecino
tiene fiesta y el sonido
de la cama empieza ya.
Y es otra más que cae completa
que se apunta en la libreta
y a su tiempo volverá.
No sé porque hago tanto caso
a la vida del pelmazo
hoy su suerte ganará.
Más no estaría mal que un día
se mudara a la China,
Singapur o Canadá.
Se oye el silbato de un gendarme
que camina por la calle
y nos protegerá del mal.
Sólo si acaso esta pagada
una semana adelantada:
¡policía que más da!
Una vez más recapacito
no es posible que el maldito
insomnio pueda más que yo.
Será mejor que me levante
y que dedique unos instantes
para hacer esta canción.