Señora
¿A quién espera señora, que tan sola siempre está?
Tan joven usted, señora, qué pena que a mí me da.
¿No quiere salir, señora? Una noche nada más.
A usted yo la invito sola, si me quiere acompañar.
Y viva la vida, señora, como una dama que es,
me da pena verla sola, es muy malo para usted.
La vida no vale nada, si no le da nada a usted.
Yo no quisiera contarle porqué la he venido a ver.
Me gusta tanto, señora, me gusta tanto, lo sé,
porque me paso las horas pensando siempre en usted.
¿Qué quiere que haga señora? No sé qué podría hacer
con este amor que no entiende, que usted nunca fue infiel.