Chango santiagueño
Soy un chango santiagueño
por gracia de Dios,
nunca me he gustado que tengas dueño,
que no sea yo.
Si me tratan con cariño,
soy mucho mejor,
siempre me ha gustado ser como un niño
recibiendo amor.
Hasta el más valiente corre,
cuando hay que pagar,
en mi pueblo son muy conocidos,
le dan por cantar.
Ya con esta me despido,
patamesquivoy.
llevo conmigo la chacarera,
y adentro un cantor.
La noche recién empieza,
suena un bandoneón,
tócalo bien del campo
a lo Miguel Simón.
Y así va pasando el tiempo,
el tiempo de Dios,
ya no me está quedando más tiempo
para estar con vos.
Siempre es lindo estar contigo
otra noche más,
nunca me han gustado tus amigos,
eso y nada más.
Ya con esta me despido,
patamesquivoy,
quiero pasar por lo recto en banda,
ahí tengo un amor.