Sonata para domingo
Para cantarle a mi tierra
siempre lo hago con amor,
porque no hay tierra más linda,
que allí donde nací yo.
Mi tierra no tiene oro,
mi tierra no tiene plata,
pero tiene la riqueza
en su alma cuando canta.
(Si calma la onda, vení mañana,
que la vida se encargue de hacerte ver,
que en la vida se gana, también se pierde,
y cuánto más se sufre sin un querer.)
Cuando no tengas a nadie,
no te preguntes porqué,
que el buey que él solo se lame,
dicen que lo hace muy bien.
Tuve poco dinero,
siempre quise tener más
para salir del infierno,
que era la necesidad.
(Si calma la onda, vení mañana,
que la vida se encargue de hacerte ver,
que en la vida se gana, también se pierde,
y cuánto más se sufre sin un querer.)
El canto trae la esperanza,
la esperanza trae la fe,
pero el dinero no alcanza
para comprar el café.
Pero mi gente trabaja,
porque esa es su religión,
y porque está convencida,
que la justicia es de Dios.
(Si calma la onda, vení mañana,
que la vida se encargue de hacerte ver,
que en la vida se gana, también se pierde,
y cuánto más se sufre sin un querer.)
Si calma la onda, vení mañana,
que la vida se encargue de hacerte ver,
que en la vida se gana, también se pierde,
y cuánto más se sufre sin un querer.
El canto trae la esperanza,
la esperanza trae la fe,
pero el dinero no alcanza
para comprar el café.
Pero mi gente trabaja,
porque esa es su religión,
y porque está convencida,
que la justicia es de Dios.
(Que la justicia es de Dios.
Que la justicia es de Dios.
Que la justicia es de Dios.
Que la justicia es de Dios.
Que la justicia es de Dios.
Que la justicia es de Dios.)