Un adiós
Un adiós, mujer, un adiós, mujer,
una despedida que voy a partir.
Calla, por favor, no quiero escuchar,
veo tus ojos tristes con ganas de llorar.
Entre nuestro amor ya no hay comprensión,
pero es que no quiero oírtelo decir.
Calla, por favor, no quiero escuchar,
no me llores más, mi gran amor,
no me dejes nada, ya me voy.
Déjame que te hable, tú escucha,
qué melancolía encierran
todas las palabras que dicen
cosas que hace tiempo decían.
Entre nuestras almas no existen
dudas ni rencores, tan sólo
sólo son caprichos que tienes,
que son propios de tus amores.
Ahora sí, mujer, ya puedes hablar,
creo que todavía queda algo entre los dos.
Háblame, mujer, te quiero escuchar,
pero, por favor, no quiero más pelear.
El adiós, mujer, hoy no te diré,
ya me convenciste de nuevo, otra vez.
Calla, por favor, ya no llores más,
si quieres, volvemos a empezar,
no debe morir un gran amor.
Déjame que te hable, tú escucha,
qué melancolía encierran
todas las palabras que dicen
cosas que hace tiempo decían.
Entre nuestras almas no existen
dudas ni rencores, tan sólo
sólo son caprichos que tienes,
que son propios de tus amores.