EZAGUTZEN DUZU NEGUA?
La nieve caía cubriendo el suelo
la nieve iba cubriendo la nieve
y salí del caserío
en medio de la nevada, drazz, drazz
Así me perdí entre la nieve
drazz drazz seguí adelante.
Y la vuelta, ya sin caminos,
se me hizo tan fría y callada
como la propia nieve
y me asusté
y estaba oscureciendo
y mara mara
seguía cayendo.
Gruesa abundante sin piedad
drazz drazz
Y de repente
me cayó en la cara
un montón de nieve
de una rama movida
por dos cuervos.
Me levanté como pude
y lo que hasta entonces
había sido mío
ya no lo era,
ni el balón de futbol
ni la espada de madera
hecha por el abuelo
ni el sol.
Todo me parecía tan blanco
y sin sentido como la propia nieve.
Cuando la abuela me encontró
me llevó a casa, y me puso junto a la chimenea
para quitarme las ropas mojadas
y mientras me secaba con la toalla, estando desnudo,
pronunció la palabra elurmina*
(*dolor producido por el contraste del frío intenso al calor)
allí, al calor.
Y yo, que estaba aprendiendo a hablar
repetí elurmina dos o tres veces.
Aquél día lloré y no ocurrió nada más.