TIRO BAKAR BATEZ BI TXORI
Sería una maravilla, ¿no te parece?
meter a todos los militares en plazas de toros
y no dejarles salir.
Sería una verdadera gozada, amigo,
verlos pelearse
los buenos contra los otros,
gritándose de burladero a burladero,
y viceversa,
espetándose barbaridades unos a otros,
comparando glándulas testiculares.
Sería más que nada un alivio, compañero.
Confieso que me encantaría
hacer guardia ante la puerta de
una de esas plazas, en Pamplona, por ejemplo
-en peores garitas nos han metido-.
Confieso que con gusto proveería
de güisqui Dick a los que desde dentro
me lo pidieran demandando novedades.
Y me dejaría tocar el hombro
aguantándoles las babas cuando me dijeran:
“Así me gusta, muchacho, que te empeñes!”.