KABINAKO AITONA
Nadie quiere hablar con los viejos
suelen ser tan aburridos
a la menor, empiezan a hablarte de la mili
entonces, ¿con quién está hablando este de la cabina?
Diez minutos esperando, ya estoy nervioso
y este viejo dale que dale, feliz, de charla.
Parece simpático, pero no es normal
a tope y sin parar de gesticular
ya son quince minutos
como un tonto al lado de la cabina
“Vale ya amigo, es mi turno”
le digo con la mirada,
serio, serio.
Me han contado que es un buen hombre,
en el pueblo todos conocen su historia,
cómo suele estar sin meter monedas
charlando largamente con alguien que él sabe,
y como enseguida libra la cabina
en cuanto ve que alguien espera.