LAGUNAK BEZALA
Me dijiste “como amigos”
yo respondí: “de acuerdo”.
Te invité a tomar café
“como amigos”.
Nos mirábamos sonrientes
y yo pensé: qué a gusto.
También quedamos para cenar
“como amigos”.
El sábado “como amigos”
yo te respondí “de acuerdo”
la noche avanzaba
y no había ninguna prisa.
Bailamos muy juntos
y muy lento
tu cabeza contra mi cuello
éramos felices.
Pero hacia las cinco de la mañana
me dijiste adiós.
“Nos veremos, nos veremos
como amigos”.
Cuando te vi alejarte
en tu coche por la solitaria calle
sentí un vacío en mi interior
al quedarme solo.