Roma
Un verano del 2002, una mesa pa' dos,
solo la luna llena mirándonos.
El reloj da las tres, nunca gira al revés,
pero el tiempo se acaba y se vive una vez.
De repente entendí que el amor es así,
no le importa el momento, ni da explicaciones
al juntar corazones.
Así que dame un pedazo de cielo,
solamente dame un poquito de amor.
De repente me vuelvo ladrona,
te robo un beso en Roma.
No me importa, si fue un error.
Me enamoré solo una vez en la vida,
por volver a verte doy gracias a Dios.
De repente volviste, ladrona,
robaste un beso en Roma, y esta vez no fue por error.
Róbame otra vez, por favor.
Otra vez volví a ese café del amor que no fue,
del que dice que nunca se pierde la fe.
Aún escucho tu voz, vuelvo y pienso en los dos
en medio de la calle.
Mirándonos, besándonos, amándonos,
el amor vuelve a veces sin explicaciones
a juntar corazones.
Así que
dame un pedazo de cielo,
solamente dame un poquito de amor.
De repente me vuelvo ladrona,
te robo un beso en Roma,
no me importa, si fue un error.
Me enamoré solo una vez en la vida,
por volver a verte doy gracias a Dios.
De repente volviste, ladrona,
volviste, ladrona,
robaste un beso en Roma y esta vez no fue por error.
Róbame otra vez, por favor.
Oh, por favor.
De repente me vuelvo ladrona,
ladrona, eh.
Robaste un beso en Roma,
pero esta vez no fue por error,
no fue por error.
Te juro que no fue por error.
Róbame otra vez, por favor.