Una cama, una ventana y en la pared duerme un espejo,
donde aún encuentra espacio tu reflejo.
El recuerdo ahora es como un piano mudo,
sin sus teclas que más suenan y menos oigo aquí sus notas.
Y de golpe en el silencio esos recuerdos me devuelven tus imágenes.
Y mis manos frías, mi cabello, largo, negro, por mi espalda,
mis labios algo torpes susurrándote "Tú, no me mires. Pero no pares".
Piel contra la piel y una sonrisa, ¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba...
Y a nuestro alrededor 200 notas.
Cada vida con su suerte y su destino puntualmente
nos desvela en un segundo su secreto,
y es verdad, que lo que te has quedado dentro
es siempre aquello que no encaja, mas podrás tener al lado,
así que intento suprimir todas las huellas de un recuerdo lejanísimo.
Y mis manos frías, mi cabello, largo, negro, por mi espalda,
mis labios algo torpes susurrándote "Tú, no me mires. Pero no pares".
Piel contra la piel y una sonrisa, ¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba...
Y a nuestro alrededor 200 notas.
200 notas.
Y mis manos frías, mi cabello, largo, negro, por mi espalda,
mis labios algo torpes susurrándote "Tú, no me mires. Pero no pares".
Piel contra la piel y una sonrisa, ¿para qué tantas palabras?
Recuerdo esa emoción mientras el rayo de aquel Sol se iba...
Y a nuestro alrededor 200 notas.
Por ahí se van la vida y su camino,
en equilibrio entre el lamento y el tormento
y voy yo y luego vamos,
un corazón que se ha roto,
somos sangre que fluye y que vive de amores,
el pasado es pasado y no se puede hacer nada,
O lo pierdes o no lo buscabas, los sonidos ahora flotan...
y a nuestro alrededor 200 notas.