¿De sal?... ¿de miel?... ¿de qué?
mi boca se impregnó,
tentada por tus besos.
¿De sal?... ¿de miel?... ¡no sé!,
lo nuestro se quebró,
¡fetiche, al fin, de yeso!
Duele pensar que Dios nos llamará,
que el tiempo se nos va... ¡cortón, igual que un rezo!
¡Amar... sufrir... rodar;
no hallar el buen amor
y hastiarse de esperar!
La calle me dio tu vida,
¡pasabas sola y herida!...
¡No sé por qué te amé... no sé por qué!;
acaso, porque en alguien busqué encontrarme...
¡En alguien... que me quisiera!
¡En alguien... que me creyera!
¡Hubo una esquina, tú pasabas con tu mal;
te quise y fue mi amor... fatal!
Ya ves, recién... tú y yo
rasgamos ese tul
tan triste como vano.
Ya ves, recién voló
la mariposa azul
del sueño más cercano.
Fue torpe y cruel la juventud tirar,
y en el ocaso ya, buscar dos blancas manos.
¡Vivir... soñar... sentir
el barro a nuestros pies,
y en él los pies hundir!