(bolero)
Durante muchos días
Busqué cómo decirlo
Sin abrirte una herida
Ni dejarte sufrir.
Las horas más amargas
Sonaron en mis venas
Como campanas rotas
O trenes por partir.
Te escribo pues la carta
Que encontrarás mañana
Debajo de la almohada,
Es la carta del adiós.
No busques otro signo
Que el de la vida misma,
La vida que vivimos
Y nos hirió a los dos.
Es una carta escrita con todos los dolores
Que nos abren el pecho y nos hieren las venas
Pero con ella quiero que comprendas que parto
Rompiendo para siempre las amadas cadenas,
Las amadas cadenas.
La tierra del amor tiene algo inexplicable
Y a mí me sembró el alma sólo de flores mustias.
Te dejo mis sollozos
Sin un solo gemido
Y un jardín indefenso regado por la angustia
De lo que se ha perdido.