Y qué puedo decir
sino reiterar una vez más
que yo no estoy aquí
porque nunca he pretendido estar
sin o ser,
sin que ser tenga el sentido
de entender
lo que no sabe el latido.
Y qué puedo decir
que no sea un nuevo modo
de volver a decir
que queda todo, todo,
todo por sentir.
Nada puedo añadir
a los pleitos entre el bien y el mal,
solamente insistir
en la paradoja que hay detrás
de creer
que son dos cosas opuestas
y no ver
que ambas se dan la respuesta.
Y qué puedo decir
que no sea un nuevo modo
de volver a decir
que queda todo, todo,
todo por sentir.