Aún me sé nuestra canción (o El blues de la soledad)
Tuvo la culpa esa canción
que un taxista me silbó
¿Sabe si existe aquel café?
¿Cómo iba a suponer
que estarías tocando allí,
en el mismo piano diez años después
para mí?
Noches de rabia y juventud
empapadas en un blues.
No te dije que estabas más guapa
ni tú, el socorrido "chaval, ¡qué joven estás!"
y apuramos por fin la botella
que hace diez siglos dejamos a la mitad.
¿Te quedarás a la actuación?
Aún me sé nuestra canción.
Dicen que el blues es un estado mental,
un manual para aprender a llorar,
la banda sonora del desamor,
un gato en celo oculto en un callejón.
En el mismo club
al calor del blues
de la soledad
la lluvia nos ha vuelto a juntar.
Pensar que un taxi me empujó
a sacarte del baúl.
En naftalina conservó
tus caderas el alcohol.
No me digas que se estrelló
en el asiento de atrás de un Volkswagen azul
nuestro blues.
No preguntes más cosas,
que el tren del olvido entre a saco en la vida
como un vendaval.
Al lugar donde has sido feliz
es mejor que no trates nunca de regresar.
Una canción de "Goma Dos"
conectada al corazón.