Procurando que el mundo no la vea
Ahí va la pobre fea camino del taller
Y a su paso, cual todas las mañanas
Las burlas inhumanas la hieren por doquier
Cuando alguno le dice una torpeza
Inclina la cabeza transida de dolor
Y piensa con amargo desencanto
¿Por qué se reirán tanto de mi fealdad, ¡señor!?
Una noche su viejita en el cuarto llorando la encontró
Y la fea, ¡pobrecita!, la tragedia de su alma le confió
Aquel hombre que debía conducirla muy pronto ante el altar
Con su amiga Rosalía, la que ella más quería, se acaba de escapar
Cada vez que la llevan a una fiesta
En procura de olvido y distracción
Con el último acorde de la orquesta
En su alma agoniza otra ilusión
Sus amigas ya todas se han casado
Solo ella está huérfana de amor
¡Pobre fea! Y ayer le han encargado
El ajuar de su hermana la menor
En plena juventud ya estaba vieja
Nunca exhaló una queja, al ver tanta maldad
Soportando en su alma sola y mustia
Como una flor de angustia, la cruz de su fealdad
Para todos tenía una sonrisa, fue noble
Fue sumisa, su drama nadie vio
Pero fue tan pesada su cadena, tan grande
Fue su pena, ¡que anoche se mató!