En el patio del convento se festeja a vino tinto
La vuelta del chueco Pintos, que de la Tierra volvió
Las comadres forman rueda y los guapos, muy atentos
Escuchan los argumentos del que la vuelta pegó
La moza que había jurado serle fiel hasta el regreso
Fue a remojar con un beso toda su antigua pasión
El chueco volvía más viejo, su melena era ceniza
Y una mueca, por sonrisa, le había dejao' la prisión
Mientras el fueye, ladeaba un tango
El chueco Pintos, junto a su moza
Sobre sus manos color de rosa
Ponía la muestra de su querer
Mordiendo celos, con rabia fiera
Gritó un malevo: Que pare el baile
Yo soy Juan Nieves, le dijo al chueco
Soy el amante de esa mujer
Se armó el revuelo y la gente abrió cancha a los rivales
Que sacando los puñales se jugaban por amor
Hasta que al rato, un vecino, volvió trayendo un sargento
Y vio el cuchillo sangriento, que el chueco hundió con rencor
Y Sin un acuse mudo, miró con desprecio a aquella
Mientras dejaba una huella, una lágrima en su tez
Luego, tirando el cuchillo, le dijo al que lo esperaba
Prenda, sargento, la taba, ha echao' mala otra vez
La tarde huía por los confines
Y el patio triste, se ensombrecía
Cuál si quisiera, la luz del día
Esa tragedia, pronto esfumar
Y el pobre chueco, con sus angustias
Desde la puerta le dijo al irse
Me han derrotado tus realidades
Tarde o temprano, la has de pagar