Mi canto es el eco del llanto del alma perdida,
del chico que duerme en los huecos de aquella estación.
Si dentro de su habitación lo encontrara algún día,
mi canto de rabia y dolor, otro cantar sería.
Mi canto es un grito de espanto sobre las cenizas.
El sol de su joven sonrisa murió en Cromañón.
Si hubiera consuelo y sanción, en lugar de agonía,
mi canto de tanto rencor, otro cantar sería.
Dame una buena noticia
y le toco un acorde mayor.
Dame una buena caricia
y compongo diez temas de amor.
Dame una buena justicia que yo,
le juglaré un homenaje en su honor.
Para las bufonerías, buscá otro cantor.
Mi canto se envuelve en el manto de las pesadillas,
se tensa cruzando la villa de chapa y cartón.
Si viera hogares con luz, cemento y alegría,
mi canto y su desilusión, otro cantar sería.
Mi canto no guarda el encanto de las maravillas.
Se mete y se embarra en la orilla de la desazón.
Si en vez de esta calle pisara islas de fantasías,
mi canto desde el corazón, otro cantar sería.
Dame algo que me esperance
y te lo multiplico por dos
Dame un pasito que avance
que yo lo hago firme y veloz.
Dame verdades amables o no,
yo le hago un himno a lo cierto que sos.
Para cantar vanidades buscate otra voz.
Dame una buena noticia
y le toco un acorde mayor.
Dame una buena caricia
y compongo diez temas de amor.
Dame una buena justicia que yo,
le juglaré un homenaje en su honor.
Para las bufonerías, buscá otro cantor.