Malagente... carita sonriente,
Caricias por el frente, puñales por detrás,
Malagente... manzanas y serpientes,
Buscando un buen cliente
Que se pueda enroscar.
Malagente... soberbia, prepotente,
Ladrones reincidentes de nuestra buena fe,
Malagente... mediocres que se mienten,
Felices porque sienten
Ser parte del jet set.
Y Usted que pudo una vez
Sentirse todo un ladrón
Cambiando el precio a un pincel,
En el supermercado
Y que la noche después
Sufrió un insomnio feroz
Por culpa de cometer tan vil pecado.
Malagente, que despiadadamente,
Al que no tiene dientes,
Le ostenta el mejor pan,
Malagente de amigos influyentes
Que pasan fácilmente donde quieran pasar.
Y Usted que pudo una vez
Llegar hasta el mostrador,
Sin hacer fila porque atendía su hermano
Y se tuvo que volver
A su lugar anterior
Para salvarse tal vez, de ser linchado.
Malagente... oreja indiferente
Y lengua que hábilmente disfraza la verdad.
Malagente... astutos delincuentes,
Que beben de la fuente de nuestra dignidad.
Y Usted que pudo una vez
Pegar su golpe mayor y supo violar la ley,
Temblando, avergonzado,
Usando un falso carnet,
Para pasar el control
Y al campo de River Plate entrar colado.
Y Usted que siempre creyó ser un terrible infractor
Por andar sin cinturón o mal estacionado,
En este circo si fin, tendría que recibir
Una medalla de honor,
Porque en la comparación... Usted es un santo.