No le temo a la inseguridad
siempre dejo ventanas abiertas,
no me aterro con la oscuridad,
ni el crujido que me hace la puerta
No me muero de miedo al pasar,
por los barrios de la periferia,
no me asusta el piquete aunque tenga
dos horas de espera para circular
Pero pánico, pánico, pánico
aún me producen ciertas opiniones,
que agitando discursos matones,
a todo se oponen sólo por joder
Pero pánico, pánico, pánico
aún me producen ciertos uniformes,
que me espían y tienen informes,
hasta de los besos que dimos ayer
Con coraje me subo a un avión,
con valor trepo cuestas y muros
Pero pánico, pánico puro,
le tengo al futuro sin educación
No le temo a la inseguridad
más le temo a mi aseguradora
y a los jefes de seguridad
y al seguro de ametralladora
No me muero de miedo al entrar,
caminando a una Villa Miseria,
no doy gritos de susto y de histeria,
si el vidrio de afuera me quieren limpiar
Pero pánico, pánico, pánico
aún me produce firmar papelitos
en el banco donde deposito,
lo poco, poquito que puedo ahorrar
Pero pánico, pánico, pánico
aún me produce el impuesto maldito
que me quita lo que necesito,
para dar trabajo y para trabajar
A luchar no le tengo temor
siempre pude avanzar contra el viento
Pero pánico, pánico siento,
cuando tomo asiento con mi contador
No le temo a la inseguridad,
siempre olvido encender las alarmas
y prefiero perder con verdad,
que ganar todo con malas armas
No me muero de miedo al mirar,
en el cine vampiros y lobos,
más me aterra la caza de bobos,
que desde la tele se suele mostrar
Pero pánico, pánico, pánico
aún me produce la mala memoria,
del que niega y esconde la historia,
diciendo que estorba mirar para atrás
Pero pánico, pánico, pánico
aún me produce el artista sin honra,
que remata su verso y su obra,
actuando a la sombra de quien pague más
Pongo el alma por cada canción,
digo en cada canción lo que pienso
Pero pánico, pánico inmenso,
le tengo al comienzo de cada función