Mi sangre oculta un veneno que no puedo controlar,
que espanta el sueño y el hambre de una forma radical.
MI sangre oculta un veneno de América del Sur
que calienta mi cerebro y agita mi corazón.
Mi sangre oculta un veneno que no me pueden quitar.
Soy feliz envenenado y no me quiero salvar.
Mi sangre oculta un veneno que declaran ilegal
y que rompe las fronteras que lo quieren detener.
Desde las selvas que atacan las ciudades de Brasil
hasta las Dunas Naranja en Sahara Oriental.
Desde los altos cultivos de América mineral
hasta el ombligo sagrado de la Europa liberal.