Vas a estar
tranquila esperando
con tu tonta ambición,
que él llegue
tan millonario
en su super sport.
Van a ir a cenar a esos lugares
donde conmigo nunca pudiste conocer.
Quizás mi fortuna de lata
nunca te va a alcanzar
para comprar todas esas pieles
y esas perlas de mar.
Ahora volás tan alto, que ignorás al barrio,
mirás para otro lado, piojo resucitado.
Vas a manchar tu camisa de fina seda
con el mejor champán que él te va a convidar,
mientras yo voy a estar en algún agujero
luciendo mi saquito blusero