Rasgueando las cuerdas de su guitarra,
un sultán se quejaba de su sultana.
Son dos pozos de estrellas tus ojos negros
y una noche sin luna tu pelo negro
A mata de romero huele a cuerpo,
no hay en la tierra mora jazmín más tierno
Siendo un rey poderoso soy un mendigo,
si me faltan las llamas de tu cariño.
No te metas más conmigo,
porque de sobra tú sabes
que tú roneas conmigo.