Flores silvestres del campo
y agua de laguna clara,
así tengo comparao
los olores de tu cara.
Rosa María, Rosa María,
si tú me quisieras
qué feliz sería.
Tengo celos de las flores,
del espejo en que te miras,
del peine con que te peinas,
y del aire que respiras.
Rosa María, Rosa María,
si tú me quisieras
qué feliz sería.
Tiene alegría y belleza
y finura en el andar
y hasta tu risa es bonita
y distinta a las demás.
Rosa María, Rosa María,
si tú me quisieras
qué feliz sería.