(Refalosa)
A la una, mi fortuna,
viene a golpear el diablito.
Arrímate más pa’cá
que no pue’o, cariñito.
Ay, zamba, ay, zamba,
ay, zamba y refalosa.
Ay, zamba, ay, zamba,
ay, zamba y cómo no.
A vos te quiero y a ti, ya no.
A las dos de la mañana
el diablito viene otra vez
golpeando suave mi puerta,
bailando en un solo pie.
Cuando el reloj se encamina
muy cerquita de las tres,
(...)
golpea el diablo otra vez.