Canción del grano de trigo
Canción del grano de trigo
Sé como el grano de trigo
que cae en tierra y desaparece,
y aunque te duela la muerte de hoy,
mira la espiga que crece.
Un trigal será la Iglesia
que guardará mis entregas,
fecundadas por la sangre de Aquél
que dio su vida por ella.
Ciudad nueva del amor
donde vivirá el pueblo
que en los brazos de su dueño nació,
sostenido de un madero...
Yo mi vida he de entregar
para aumentar la cosecha
que el sembrador al final buscará
y dejará ser eterna.
Y un día al Padre volveré
a descubrir el secreto
de la pequeña semilla que fiel
cobró su herencia en el cielo.