Y se puso a hablar del mar como si no fuese más que un niño,
desplegó el azul, la sal y se contentó con poco, tan poco
que tuve vergüenza de no ser genuino, le serví más vino y sonrió
De tantas estrellas que había en el cielo una parecía tocarle el dolor
Y dolió tan hondo, tan cierto y tan dentro que el dolor del mundo se compadeció
Y se puso a hablar de amor como si no fuese más que un viejo
que pena de amar, sangrar. Y me convenció con poco, tan poco
que supe de un golpe que el olvido es necio, me toqué el silencio y amé
De tantas palomas que había en la tarde una parecía volar por su voz
Y voló tan hondo, tan cierto y tan dentro que en alas del tiempo se desvaneció
Y ya nunca más lo vi, como si no fuese más que un sueño
Desplegué el azul, la sal y me contenté con poco, tan poco
que supe que al filo de ciertos caminos, todo se disipa y reluce otra vez
De tantos encuentros que tuve en la vida este que e sigue es recuerdo sin par
Recuerdo tan hondo, tan cierto y tan dentro que ya no recuerdo otra cosa en mi voz