¿Con qué huesitos, Patria, construyen tu sepulcro?
¿Con qué ojos luminosos que sangraron tu nombre,
confiados en la dulce promesa del futuro?
¿De qué forma, querida, sepultan tus amores?
Soy de los que llevaron tu vestido de novia
por las calles secretas, por puentes y veredas
Soy de los que soñaron con el sol de tu gloria,
con llenarte de risas, de besos y de amores,
y dormirnos contigo, mecidos por tu historia
Piquetera del alba, madrecita cautiva,
palomita torcaza, te daría mi vida...
¿Con qué muertito nuestro santifican tu nombre?
¿Dónde enterraron todos los besos, los suspiros?
¿Con cuál hijo y cuál padre justifican la lumbre
que apenas recalienta este pan del olvido?
Hermana de mi anhelo, respira, aún estás viva,
presiento que una noche saltaremos el muro
-leí una vez un libro que me lo prometía-
y unidos fundaremos un lugar en el mundo
Espero que sea cierto, yo sueño todavía
Piquetera del alba, madrecita cautiva,
palomita torcaza, te daría mi vida...
¿Con qué boca pronuncian tus pechos y tu ombligo?
¿Acaso no escucharon que no deben nombrarte?
Los oigo en los discursos y te digo, amor mío,
que son muy pocos los que merecen invocarte
Soy de los que llevaron tu vestido de novia
por las calles secretas, por puentes y veredas
Soy de los que soñaron con el sol de tu gloria,
con llenarte de risas, de besos y de amores,
y dormirnos contigo, mecidos por tu historia
Piquetera del alba, madrecita cautiva,
palomita torcaza, te daría mi vida