Navegantes
Navegamos los mares de plomo,
por temerle a la tormenta del amor.
Buscando el asilo en la estatua de la noche,
que dibuja de la vida un color.
Pasa el tiempo y ay mi vida,
es querer el amor o esperar.
De tus ojos vi un paño a mis heridas,
en el trance habitante de sanar.
Corre sangre entre los dos,
tanto para ver, mucho por sanar.
Como un fuego que prendió,
para iluminar, como trascender.
Almas que sienten, para adentro y para afuera,
protegen a la conexión.
Para que no nos mate con solo una noche,
aunque me anime a morir con vos.
Necesito despegarme del dolor,
cuando la ruta se haga larga.
No es que quiera apagarme de tu luz,
pero si no hay amor no hay calma.
Para que no nos mate con solo una noche,
aunque me anime a morir con vos.
Para que no nos mate con solo una noche,
aunque me anime a morir con vos.