Soy el primero en saludar al día nuevo,
para contar mis alegrías y pesares,
con un comportamiento inexplicable,
me interné en el laberinto de las sombras.
Me porté como un bohemio de postín,
me fui a las corridas de toros,
no volví a dormir de noche,
y el cartero llamó a la puerta dos veces.
No encontré mas que vicio y soledad,
entonces me di cuenta con pavura,
lo que esta locura podía costar,
a mi corazón que no tiene lugar.
Para querer a nadie más,
esa muchacha que se quedo junto a mí,
cuando yo la necesitaba,
nadie estuvo tan cerca de mi corazón.
Me porté como un bohemio de postín,
me fui a las corridas de toros,
no volví a dormir de noche,
y el cartero llamó a la puerta dos veces.
Pero una cosa no me voy a perdonar,
no saber explicárselo a mi amor,
lo que esta locura podía costar a mi corazón que no tiene lugar.
Para que querer a nadie más,
que a esa muchacha que se quedo junto a mí,
cuando yo la necesitaba,
nadie estuvo tan cerca de mi corazón.
Mi corazón que no tiene lugar para nadie más.