(Recital al amor)
Amo los pájaros, la flor, el río, el cielo,
amo al que ama y a los que se aman,
amo a mi niño y amo al tuyo,
y a la madre total del universo.
Amo la gente humilde de los puertos,
los que apuntalan mostradores sin olvido,
amo al estibador, amo el silbido
de aquel que silba por silbar en los caminos...
Amo las lunas del viejo romancero.
Amo al poeta viril del tiempo nuevo.
Amo los perros, amo los caballos.
Amo el vino común de los obreros!
Amo los lustrabotas, los cocheros.
Amo las prostitutas cuando lloran.
Ellas son mis hermanas malqueridas,
y yo las amo porque están muy solas...
Amo todo lo bello, amo los calles,
y los boliches con olor a pueblo,
en la alta noche cuando a casa vuelvo
su luz amarillenta es un pañuelo!
Amo porque el amor es mi sustento
y si tomo un fusil es porque amo.
Amo aquel cigarrillo que me diste.
Amo a los alegres y a los tristes...
Amo la paz y al que por ella lucha.
Amo los delantales y las farras.
Amo al soldado que sin saber me mata
¿Cómo quieren que calle mi guitarra?
(Recital a la paz)
Los tímpanos explotan por la garganta rota de la felicidad,
revienta un alarido para el monte y el río, camino de la paz,
con toda mi alegría, levanto en este día, mi canto por la paz,
la paz en todo el mundo como un mito profundo que traiga la amistad.
Los fabricantes de la muerte han de marcharse
nunca jamás han de volver, nunca jamás.
Los campesinos, los obreros, y estudiantes
se dan las manos para luchar por la paz.
Esa casita blanca, el delantal de un niño, reclaman unidad,
¿de qué sirve el dinero, de qué sirven los bienes, si no tenemos paz?
La paz es un derecho, tenemos que exigirlo, arriba voluntad!
Obreros, campesinos, soldados estudiantes, unidos por la paz.
Los fabricantes de la muerte han de marcharse
nunca jamás han de volver, nunca jamás
Los campesinos, los obreros, y estudiantes
se dan las manos para luchar por la paz
miles de niños con campanas en las manos
traen el grito de la madre universal
Hay que luchar, hay que luchar.
Hay que luchar, hay que luchar.
Por que la muerte ya no vuelva nunca más.
Por que la muerte ya no vuelva nunca más.