Amaia Liberata
Amaia Liberata tardó un otoño pero encontró
una voz que cantase en colores sus penas y amores.
Amaia, bien amada, cedió a unos ojos y dijo SÍ;
que el dolor y la guerra terminan y empieza la vida hoy aquí.
Amada y liberada, besó al soldado y le recordó
que las muchachas bordan sus cantares, quieren a su hogar.
Y gritó:
Paces, mi cuerpo es tu llave!
Paces, por tierra y por mares!
Paces, hagamos las paces aquí!
Y entonces bueno será navegar tu pelo y luego volar,
cada noche entre tus brazos amar a todos mis amores.
Sí!
Sí!
Y al alba vida vendrá, primavera que no pensase ya,
y esa patria que de ti nacerá por fin tendrá libertad.
Amada, bien amada.
Cómo quieres que te quiera?
Si quererte significa la sinceridad de la serenidad de tus ojos.
Que la vida que te entrego en estas manos,
te conoce más que nada en este mundo.
Para qué?
Para qué?
Amaia Liberata tembló un momento y dijo SÍ,
que la guerra por fin se termina y empieza la vida.
Y gritó:
Paces, mi cuerpo es tu llave!
Paces, por tierra y por mares!
Paces, hagamos las paces aquí!
Y entonces bueno será navegar tu pelo y luego volar,
cada noche entre tus brazos amar a todos mis amores.
Sí!
Sí!
Y al alba vida vendrá, primavera que no pensase ya,
y esta patria que de ti nacerá por fin tendrá libertad.
Amada, bien amada.