Basta bajar la vista,
la escena está lista,
no es más que otra historia,
no es tan simple, no es la gloria.
Las manos se secan,
las luces se alejan.
Qué bueno, estás de vuelta,
esta vez más alerta
y siendo siempre el mismo,
no tan cerca del abismo.
Las manos se secan,
las luces se alejan.
Y si no hay más que decir,
y si nadie quiere nombrar
lo que no puede evitar.
Las manos se secan,
las luces se alejan.
Y al final te olvidás lo que buscabas
en los demás.
Lo que soñabas te encontrará
una mañana en la gloria.