Cuando salgo de mi casa,
todos los gitanos empiezan a cantar a mi paso.
Me dicen la paya del barrio,
te vimos en la tele bailando.
Una vez, de uno me enamoré,
y su familia no me lo dejaba ver.
Así que mientras a la luna él cantaba,
al balcón yo me asomaba.
Todas las noches a la plaza bajaba,
y detrás de los coches le besaba.
Por las noches a la plaza bajaba,
y detrás de los coches le besaba.
Podría darte mi palabra...
de cabaretera.
Vender mi guitarra...
y atarme a tí por las cuerdas.
Pero empezando por mí...
me olvidaré de la vida que me espera.
Empiezo a dudar de mi estrella,
porque lo mío...lo mío...lo mío...
es la carretera.